A las personas no les gusta que la realidad sea anti estética, detestamos la fealdad, siempre hemos vivido bajo ese molde aprisionador...es feo ser pobre, es feo usar ropa vieja, es feo no ser popular, es feo ser tonto, es feo ser feo, etc...ignoramos la fealdad, por lo tanto ignoramos y desconocemos a los pobres, a los impopulares, a los tontos, a los feos y a todo lo que arruine nuestra linda pintura al oleo existencial. Estamos enamorados de nosotros mismos, inconcientemente nos ponemos un velo en los ojos. Tal vez sea un mecanismo automático de defensa...me imagino que de estar realmente concientes de que nos vamos a morir y que posiblemente no exista nada más después de eso, no estaríamos muy cómodos estando aquí. La muerte es fea, antiestética, y por lo tanto la ignoramos también, para que de esa manera podamos distraernos viviendo una vida casi forzada y pre programada que alimenta a un complejo sistema a base de nuestra propia existencia, apropiándose de nuestros años y expropiándonos de nuestros sueños.